Un tema que hemos tocado poco en esta bitácora es el concerniente al diablo y los pactos con el mismo. Casi todos hemos leído o visto la película de "el retrato de Dorian Gray", del genial Wilde. El caso que os traigo hoy a la bitácora es similar... pero real, no creación de la genial pluma de una peculiar mente como era la de Oscar Wilde.
El autor del presunto pacto con el diablo fue un italiano del siglo pasado que probó en el difícil mundo del arte y nunca tuvo éxito o suerte. Dice la leyenda que Bruno Amadio (1911-1981), así se llamaba el pintor italiano, desesperado y deseoso por ser un pintor reconocido hizo un pacto con el mismo Satán para que así fuese.
Fotografía de Bruno Amadio, también conocido por su pseudónimo Giovanni Bragolín.
El caso es que este pintor, a partir de ese momento, comienza a pintar cuadros de rostros de niños muertos (la defunción de los modelos ha sido certificada por numerosísimos forenses al examinar los rostros) que se encuentran llorando y, sin saber muy bien porqué; dichos cuadros se venden con mucho éxito y se hacen populares en numerosos hogares de España, Italia y Sudamérica.
Lo grave del asunto es que esos cuadros, según dicen numerosos propietarios, se encuentan malditos y arrastran su maldición en aquellas casas donde terminan. Los incendios, muertes inexplicables y fenómenos sobrenaturales se producen continuamente a raíz de entrar esos cuadros en casa.
Son numerosos los enlaces en la red que hablan sobre este tétrico asunto. Incluso en la Wikipedia encontramos una referencia a esa maldición y al autor de los cuadros... como véis no es algo que me haya inventado en una noche calenturienta de agosto.
Os dejo con un impactante vídeo de una televisión estatal sudamericana en el que se explica con detalles la historia de este presunto pacto con el diablo y también se relatan sucesos increíbles durante los programas en los que se trató el tema. Simplemente escalofriante todo.
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