Traduce a tu idioma.

sábado, 13 de octubre de 2012

Esas viejas casas con sus inquietantes ruidos...


¿Quién no ha oído, alguna vez, crujir muebles en un viejo caserón?, ¿quién no se ha sentido sólo cuando se supone que lo ha estado en la habitación de un viejo inmueble?

Recuerdo que, hace ya un puñado de años, me hospedé en un hotel de la monumental ciudad de Úbeda. El hotel era un viejo caserón del siglo XV o XVI rehabilitado. Sus muebles eran viejos, juraría que algunos superaban los 100 años de antigüedad... y aquella noche, mi pareja y yo, nos sentimos inquietos, como si no estuviésemos solos en aquella amplia habitación de techos altísimos y muebles de otra época.

Sonaban continuamente crujidos de madera vieja, desvencijada. Los enormes ventanales temblaban levemente de forma continua rompiendo el silencio espectral de la cerrada noche otoñal... a pesar de ser aquella una noche tranquila, sin lluvia ni viento. Al día siguiente, lo primero que hicimos al levantarnos, fue buscar otro hotel para hospedarnos.

Bien, otras personas que han vivido experiencias parecidas, en lugares tan peculiares como el descrito,  se han servido de la tecnología del siglo XXI para comprobar la procedencia de esos ruidos. Han dejado cámaras grabando hasta agotar las baterías de la misma... y, al comprobar posteriormente lo grabado, se han encontrado sorpresas como esta:



No hay comentarios:

Publicar un comentario