Seguramente la mayoría de nosotros, lectores del blog, hemos hecho alguna vez la Ouija, ese famoso "juego" de espiritismo en el que nos ponemos en contacto, supuestamente, con seres del más alla.
Debo de reconocer que a mí particularmente me resulta un acto un tanto inquietante; no lo considero un juego... aunque muchos "expertos" creen que hay que tomarse el acto de hacer la Ouija como tal.
En alguna sesión que he participado se dieron circunstancias que para nada entran en la definición de juego. La Ouija es una actividad que puede llegar a obsesionar y marcar, de ahí que no la practique desde hace más de 20 años.
Hace poco se estrenó una película de terror española que versaba sobre el famoso tablero; "Sesión 1.16". Os aconsejo que la veáis si podéis. A pesar de la sobreactuación del personaje que nos va relatando la acción y de ser española no es mala película, ni mucho menos.
Yo he llegado a ver enfermar a un amigo que la practicaba conmigo a medida que el tablero le iba respondiendo sus preguntas. Mi amigo nunca volvió a ser el mismo... y jamás volvió ha participar en una sesión de Ouija. Recuerdo que lo que supuestamente se presentó en el tablero fue el espíritu de su abuela, fallecida hacía años y que ninguno de los que estábamos practicando la sesión conoció excepto él. Recuerdo que muchas de las cosas que le respondió eran ciertas y sólo las conocían ellos dos. También recuerdo que le aventuró muchas desgracias en un futuro... el caso es que la vida de mi amigo, fallecido en un accidente de moto, no fue afortunada, ni mucho menos.
Hoy os dejo un vídeo de una sesión de Ouija que a mí me resultó muy inquietante. Primero porque el dispositivo usado para desplazarse sobre el tablero se mueve sólo... y segundo por el desagradable final de la sesión. Sin más os dejo con él:
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